Sobre el funcionamiento psicótico
Psicoanalista. Miembro de la Red AAPP (Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas). Miembro de la Asociación de psicoanálisis de Misiones. Docente del Instituto Sigmund Freud. Responsable de la Biblioteca Freudiana de Overa. Responsable de la edición del Boletín Ring- el despertar de cada uno en red- (Boletín de la Red AAPP)
» E-mail al autor
Costa pedregosa, Zygmunt Kowalski, IG: @centenariokowalski
El interés en el presente trabajo conlleva un recorrido que parte de la clínica lacaniana discontinua de las estructuras clínicas para avanzar, tomando lo que ubica Enrique Acuña en “Un traje a medida” en relación al costado de “funcionamiento” del síntoma, para llevarlo al campo de las psicosis y lo que ellas enseñan; tema investigado y trabajado en el ciclo 2023 en la Biblioteca Freudiana Oberá.
I – El síntoma en la clínica diferencial
Jacques Alain Miller en una conferencia dictada en las 1eras Jornadas del Campo Freudiano, en España en 1983, titulada “A propósito del síntoma y fantasma en psicosis” sitúa una oposición entre síntoma neurótico y síntoma psicótico, ubicando al síntoma del lado de la psicosis como proveniente del Otro (en tanto el Otro se revela en su función propia como un Otro objetivado que gobierna al sujeto), y del lado de la neurosis el síntoma como algo que concierne al propio sujeto.
En la psicosis hay un saber: precisamente que el síntoma es del Otro objetivado, por fuera del sujeto. Podemos ubicar del lado psicótico una certeza, hay una transparencia: en Schreber sería saber que Dios es el que funciona mal. Mientras que del lado neurótico ya no se trata de una certeza sino de una creencia; expresión que conlleva siempre una duda interna, tal y como señala German García en “Variaciones sobre psicosis” ejemplificándolo con la forma de responder a preguntas por parte del psicótico: “creería que sí”. Entonces hay una vertiente del término creencia que implica un acto de fe pero que incluye un “no sé”. De esta manera Lacan se ocupa de la pregunta histérica en el Seminario 3 Las psicosis: la histeria puede mostrar cierta certidumbre sobre «el otro la ama», pero detrás de eso está la pregunta ¿soy amada? ¿Soy una mujer amable? Ello se puede diferenciar de la erotonomía, donde la certeza de ser amado no tiene atisbo de duda.
En otras palabras “sé que el síntoma es del Otro” (psicosis) o “creo que el síntoma puede significarme algo” (neurosis), creencia que señala Enrique Acuña es lógicamente necesaria para dar lugar a un síntoma analítico como tratamiento de lo real pulsional mediante lo simbólico, mediante el cifrado que del goce hace el síntoma en tanto retorno en lo simbólico de lo reprimido.
Del lado de la psicosis tendremos el síntoma en tanto retorno en lo real a partir de la forclusión del Nombre del padre. Lacan afirma en “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis”: que en dicho retorno lo real irrumpe bajo la forma de «cadena fragmentada», en el punto en que esa cadena significante, como demuestra la alucinación, deja de articular los significantes en términos de metáfora y metonimia.
Es por esa vía que Lacan en el Seminario 3 puede precisar a la alucinación auditiva como la irrupción de significantes que el sujeto sabe que le conciernen pero que retornan como proviniendo de una exterioridad a la simbólico, de modo disruptivo, desarmando el campo semántico del sujeto. Así habla del “significante en lo real”, o sea el significante que no hace cadena, asemántico, que no significa (los ejemplos que da Lacan son los neologismos, términos inventados por el psicótico que tienen un peso propio).
Para Lacan se trata de precisar la alucinación en relación al lenguaje y así realiza una crítica a las teorías que la sitúan como una percepción sin objeto haciéndola depender de lo sensible y suponiendo al individuo como capaz de sintetizar y unificar la experiencia perceptiva, pudiendo dar cuenta de la alteración de lo percibido en la realidad exterior. Lacan apunta más bien a que lo percibido lo es en tanto estructura de palabra; siendo el sujeto constituido por el lenguaje, un efecto del Otro. A partir de ello situará al lenguaje y sus trastornos en la clínica de la psicosis distinguiendo dos tipos de alucinaciones en las voces que Schreber relata en sus Memorias de un enfermo nervioso y atendiendo a una diferenciación en la lingüística moderna: fenómenos de código y fenómenos de mensaje.
Hasta aquí la clínica discontinua que sitúa una diferenciación estructural. German García, en el curso nombrado, llama la atención de que cuando nos referimos a estructura en psicoanálisis hay que entender algo específico: que hablar de estructuras clínicas implica saber cómo se articula el significante al goce pulsional y el fantasma. Por lo tanto la clínica diferencial nos permite situar del lado de la neurosis al goce que se cifra en las formaciones del inconsciente, en donde el síntoma -como dice Enrique Acuña- le presta un traje a la pulsión. En el caso de la psicosis la ruptura de la cadena significante trae como consecuencia un goce invasivo, innombrable, desregulado, voluptuoso… como señala Lacan que evidencia Schreber. Cuestión sobre la que también Inés García Urcola referenció con casos clínicos en la clase dictada en agosto en el seminario de la Biblioteca Freudiana Oberá.
II – Funcionamientos
Del texto de Enrique Acuña extraigo la idea de un costado del síntoma, de un funcionamiento del sujeto en su relato, para pensar también en el funcionamiento psicótico.
Lacan afirma en “La instancia de la letra o el inconsciente desde Freud” (pág. 485) lo siguiente: “El mecanismo de doble gatillo de la metáfora es el mismo donde se determina el síntoma en sentido analítico. Entre el significante enigmático del trauma sexual y el término al que viene a sustituirse en una cadena significante actual, pasa la chispa que fija un síntoma –metáfora donde la carne o bien la función está tomadas como elementos significantes– la significación inaccesible para el sujeto consciente en la que puede resolverse.” Síntoma como proceso metafórico en la neurosis en tanto el significante enigmático del trauma sexual permanece como irreductible y es sobre ello que se constituye la represión que da lugar al síntoma. A la vez ese síntoma -en esta época de la enseñanza de Lacan- funciona como vehículo para tratar de encontrar el significante reprimido -al mejor estilo freudiano- que exprese la verdad del sujeto. Entonces hay una conexión síntoma-verdad, así como afirmaba recién hay una conexión entre síntoma y goce en tanto cifrado. Hay en el síntoma, enfatiza Freud, una solución de compromiso.
Por el lado de la psicosis tendríamos la metáfora delirante, con el síntoma en tanto un “símil” (señala Miller) de ese Nombre del Padre, símil en tanto está forcluido. Metáfora entonces que mediante el delirio significa y organiza un mundo. Esto nos orienta a un costado del funcionamiento en la psicosis donde el síntoma no está articulado al inconsciente sino más bien a un modo singular de funcionamiento, como defensa ante lo real del goce disruptivo. Las psicosis enseñan así respecto del síntoma como funcionamiento –separado del síntoma en su articulación a la verdad–. Esto va en sentido a lo que Eric Laurent plantea en “Lo que las psicosis enseñan a la clínica de la neurosis”, donde hace un paralelismo entre las ficciones y la función simbólica del padre. Y va a ubicar que el padre (en tanto función que metaforiza, que instala la significación fálica) es solo una ficción más entre otras para hacer de punto de anclaje al goce. De esta manera las psicosis y las soluciones posibles y restitutivas muestran que se puede recurrir a otras ficciones para regular al goce. El psicoanálisis así puede intervenir en el debate en salud mental y otros debates, donde lo que está en juego es cómo desde las ficciones se busca tratar el goce. Laurent lo ejemplifica con el cuerpo contemporáneo, dejado al abandono de un narcisismo que lo explota, destruye, etc. Entonces habla de normas ateas, de inventar ficciones que estén a la altura de la ficción paterna y que tenga esa función sintomática.
Para finalizar: extraer posibles consecuencias de lo dicho para pensar la dirección de la cura en un tratamiento posible de la psicosis. Si la psicosis enseña acerca del lenguaje, de su estructura y sus efectos, ante la invasión del goce dislocado, el tratamiento posible implica precisar los modos de habitar a partir del lugar del sujeto en la lengua y su restitución de un mundo con un tratamiento posible del goce y así –como afirma Enrique Acuña– curarse del lenguaje con el lenguaje.
—————————-
(*) Trabajo presentado en las VII Jornadas anuales de la Red de Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas “La experiencia analítica: un traje a medida”, llevadas a cabo en la ciudad de Posadas, el viernes 15 y sábado 16 de septiembre de 2023.
Bibliografía:
– Acuña, Enrique. “Un traje a medida”. Disponible en https://seminarioenriqueacuna.wordpress.com/2020/09/07/un-traje-a-medida/
– Lacan, Jacques: El seminario Libro 3: Las psicosis (1955-1956). Clase XII “¿Qué es una mujer?”- Ed. Paidós. Argentina. 1985.
– Lacan, J.: “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis” en Tomo 2. Ed. Siglo XXI. Argentina. 2008.
– García, Germán. Variaciones sobre psicosis. Otium ediciones. Argentina. 2011.
– Miller, Jacques Alain. “Síntoma y fantasma en psicosis”. En Introducción a la clínica lacaniana. Ed RBA. España. 2007.
– Laurent, Eric. “Lo que las psicosis enseñan a la clínica de la neurosis”. En El sentimiento delirante de la vida. Colección Diva. Argentina. 2011.
– García Urcola, Inés. “¿Qué enseñan las psicosis?”. En Ring –el despertar de cada uno en red- Boletín virtual de la red de Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas. N° 25. Septiembre de 2023. Disponible en https://issuu.com/redaapp/docs/ring_25_-_septiembre_2023?fbclid=IwAR3v17DcnAeJ8y_N-6m1paH5hoiPy4VlU8u2hMpWjWWcEpFuTFLIKKDedCM