Analyticas del Sur. Revista de psicoanlisis en la crtica cultural

Edición Nº 7 • Marzo de 2018 •

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Alejandra frente al espejo

Milena Nucciarone

Miembro del Instituto PRAGMA –APLP-, ,docente del Seminario de investigación “Lacan: del inconsciente al ser diciente”. Adjunta del grupo de investigación Conceptos fundamentales.

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Alejandra Pizarnik escribe desde Buenos Aires, Nueva York y París; adjuntando dibujos, poemas, fragmentos de su diario, papeles, tintas de color, collages, etc. Cartas que revelan y atestiguan el personaje trágico que ella misma encarnó. (1)

Es a partir de las 16 cartas dirigidas a la escritora Silvina Ocampo, que Alejandra muestra una fascinación desafiante, un amor-pasión, por la menor de las mujeres Ocampo, la amiga de Borges y esposa del escritor Adolfo Bioy Casares (el codiciado joven soltero, simple, dandy y mujeriego).

Pero ¿quién es Silvina Ocampo (1903-1993)? Aquella escritora con estilo original, extravagante, con intento de cierta transgresión, que habiendo nacido en el seno de una familia de la alta sociedad argentina salió del canon tradicional y aristócrata con una escritura en un mundo de paradojas, criticó los convencionalismos con su recurso a lo marginal. Su voz de mujer no era afín a la época y a las normativas que solían provocar e incomodar, donde su infancia marcó sus cuentos: niños suicidados, asesinados, abusados, ligados a cuestiones religiosas.

Aquella niña que andaba escabulléndose por los rincones, espiando a los pobres que, en aquel entonces, eran los “raros”. Dando por resultado una obra literaria diferente, de narrativa suelta, con gustos distintos, escritora de cuentos, poemas, una novela, una pieza teatral, traductora, premiada de manera nacional y municipal por sus poesías. Soportó las infidelidades de Bioy Casares 11 años menor que ella y una muestra de su pensamiento liberal  fue la esporádica relación que tuvo con su sobrina “compartiéndola” con su marido. Luego de un viaje a Francia, Silvina vuelve convertida en madre de una niña que su esposo había tenido con una modista francesa.

Por su parte en la época adolescente Alejandra Pizarnik descubrió el humor de la obra de Silvina, su poesía, lo absurdo, donde hace de cada hecho de la vida una experiencia literaria. De su temprana admiración por la literatura da cuenta su reseña en Dominios Ilícitos en la década del 60, sobre el cuento El pecado mortal dedicado fundamentalmente a Silvina. Ambas escritoras se conocen cuando Alejandra regresa de su estadía en París y entra en contacto con el grupo de la revista Sur.

Milo Locket – S/T

Alejandra nacida en 1936 (2), segunda hija de un matrimonio de joyeros inmigrantes polacos, los Pozharnik (apellido que sufre una variante, con raigambre eslava judía), exiliados del nazismo y refugiados en Argentina, con un padre que muere muy joven. Apenas aprobado el secundario se inscribe en la Escuela de Periodismo de la mano de Juan Jacobo Bajarlía, quien la inicia en las corrientes poéticas modernas del surrealismo y la vanguardia. Estudió filosofía, letras e historia de las religiones. Firmaba con la palabra Buma (flor en irish) o Blimele (florcita) porque así la llamaban en su casa: Flora Alejandra.

A Antonio Beyneto le escribe sobre Silvina para enviarle una selección de cuentos y publicarlos en La Esquina de España. De las cartas de Alejandra Pizarnik a quien fuera su interlocutora, Silvina Ocampo, algunas sin fecha ni lugar, la primera fechada es del 23/1/1965 y la última en Bs. As. del 31/1/197. Allí Alejandra juega con el lenguaje y con las referencias literarias, agradece y muestra que la admira, que lee su narrativa, mezcla palabras en francés, condensa, espera que este escribiendo, en alguna la llama “Madame Silvina OCAMPO de Bioy”. Leemos:

“.. /Como sería el mundo si Silvina no hubiese nacido? / Silvina, Sylvie, Sylvette. /no habrá ninguna igual, Silvina escribí mucho si no lo haces vos quien lo hará entonces? te lo reitero lo sé; volveré a decirlo ahora y siempre yo he sufrido tanto. / Acéptame dos besos de la que te es esencialmente fiel/, tuya y emocionada te besa tu Alejandra/ohh Sylvette, si estuvieras claro es que te besaría una mano y lloraría pero sos mi paraíso perdido, vuelto a encontrar y perdido. Al carajo los greco-romanos. Yo adoro tu cara. /Silvine, mi vida (en sentido literal) le escribí a Adolfito para que nuestra amistad no se duerma. Me atreví a rogarle a que te bese (poco 5 o 6 veces) de mi parte y creo que se dio cuenta que te amo SIN FONDO. A él lo amo pero es distinto vos sabes no? Lo admiro y es tan dulce y aristocrático y simple pero no es vos, mon cher amour te dejo me muero de fiebre y tengo frío. Quisiera que estuvieras desnuda, a mi lado leyendo tus poemas en voz viva. Silvette mon amour pronto te escribiré Sylv yo sé lo que es esta carta pero te tengo confianza mística. Además la muerte tan cercana a mi (tan lozana) me oprime (…) Sylvette, no es una calentura, es un reconocimiento infinito de que sos maravillosa, genial y adorable. Haceme un lugarcito en vos. No te molestare. Pero te quiero, oh no imaginas como me estremezco al recordar tus manos que jamás volveré a tocar si no te complace pues ya lo ves que lo sexual es un tercero por añadidura/ ahora estoy llorando. Silvina cúrame ayudame no es posible ser tamaña supliciada.” (3)

La presente serie de cartas amorosas llevan los rasgos del amor cortés, aquel que se produce como novedad en el medioevo, surgiendo a inicios del siglo XI y prolongándose hasta el siglo XIII con el sistema político feudal. Amor cantado y recitado por los trovadores en el Mediodía, troveros en Francia del Norte, Minnesanger en el área germánica.

Ellos se dirigen a una nueva figura: la Dama, la cual lleva el sello de lo inaccesible, siendo preciso que esté casada, constituyendo así, tal como lo denomina Markale en “La pareja infernal”, adúltera, ya que se opone al ideal cristiano del matrimonio. Aparece un nuevo amor, no ya con relación al amo, donde se incluye la imposibilidad como rasgo del objeto que causa el deseo. Lacan en el Seminario 7 sostiene al amor cortés como una ética vinculada a una erótica del decir, instaurando a la Dama como objeto de deseo elevado a la dignidad de la cosa. Años más tarde volverá sobre ello en su Seminario Aún preguntándose qué es el amor cortés, “una manera refinada de suplir la ausencia de relación sexual fingiendo que somos nosotros los que la obstaculizamos; es verdaderamente lo más formidable que se haya intentado.” (4) Y agrega “…surge en el momento de crisis de la feudalidad, de la fidelidad a la persona del amo. El amor cortés es para el hombre cuya dama era enteramente, en el sentido más servil, la súbdita, la única manera de salir airoso de la ausencia de relación sexual”.

Estos rasgos del amor cortés son los que encontramos en la relación de estas mujeres en la epistolaridad, donde hay una distancia en el espacio, una imposibilidad, una espera en el tiempo, un juego con el secreto y misterio, con pinceladas de sufrimiento, con un pacto de no tocarse. Allí, Alejandra ubica a Silvina en el lugar de idealización en tanto es ella la que sabe ser mujer. Amor entre mujeres donde es a la femineidad adonde se dirige el interés supremo.

Ambas mujeres presentaban fascinación por los espejos y han escrito sobre ellos, como aquel cuento titulado por Silvina “Cornelia frente al espejo” o por parte de Alejandra aquel poema “Los caminos del espejo”. Aquel espejo que, al decir de Lacan, introduce la estructura imaginaria y muestra la relación narcisista bajo el aspecto de exaltación ideal que la ideología del amor cortés revela.

Luego de siete meses de la última carta a Silvina, Alejandra muere de sobredosis por ingesta de barbitúricos. Es que horas antes de viajar una vez más a Europa, Ocampo recibe el llamado que prefiere no atender, ese día la poeta se suicida …

Del amor cortés al pasaje al acto

Allí donde Freud habla de la psicogénesis de la homosexualidad femenina, Lacan desarrolla la relación de amor entre mujeres. Recordemos la observación de la conducta de la joven vienesa que, ante su fijación da tres respuestas: la decepción, remitiendo a la estructura edípica al no recibir un hijo del padre seguido del interés por mujeres especialmente de la cocota; el desafío como acting reactivado en su juventud usando y seduciendo a la dama en cuestión paseándose por la oficina del padre como aquel otro a quien se encuentra dirigido y finalmente la denegación; como rechazo de la castración, haciendo de la misma lo que el caballero con su Dama. Se ve cómo y de qué manera el acting out es lo que instrumenta y sostiene la escena del amor a la dama, escena montada de la mirada del padre, elevando a la dama a la función de objeto.

Lacan en «Ideas directivas para un congreso sobre sexualidad femenina« dirá acerca del desafío que “toma su punto de partida en una exigencia del amor escarnecida en lo real y que no se contenta con nada menos que con vanagloriarse del amor cortes. Si este amor más que ningún otro se jacta de ser el que da lo que no tiene, esto es ciertamente lo que la homosexual hace a las mil maravillas en cuanto a lo que le falta”. (5)

Es con el “pasaje al acto” como tentativa del acto suicida al arrojarse del puente, con el antecedente de la mirada colérica de su padre y el rechazo de la Dama, que la joven -siguiendo a Lacan- “se deja caer” bajo una nueva interpretación del significante Niederkommt, en tanto caída del cuerpo, “el niederkommen es esencial en toda súbita puesta en relación del sujeto con lo que él es como objeto a” (6). Es este Niederkommen lo que desencadena el pasaje al acto y aquí lo sitúa como un hecho de estructura que consiste en esta imposibilidad de la puesta en relación del sujeto como lo que es como objeto a. La relación de la joven con la dama responde al tipo de amor cortés, amor que apunta a servir a la dama, amor que sirve a la mostración, y que se vive en la devoción. Es en las tres respuestas de la joven: decepción-desafío-denegación, su paso al plano del amor cortes, la salida que encuentra en esta forma de amor. Es en el punto más extremo del amor, en el amor más idealizado, lo que se busca en la mujer -lo que le falta- más allá de lo que no tiene.

Amor epistolar

Tal como argumenta Lacan lo único que puede hacerse en el amor es “la carta de amor”, destacando aquí la función de “lo escrito”. Las cartas de amor marcan la diferencia entre el significante y la letra, entre la palabra y la escritura, donde carta en francés se dice igual que letra. Es con la Carta de Almor, condensando amor y alma, que aparece el sujeto del inconsciente (sujeto sin control). Por ello la carta de amor se envía en realidad a uno mismo, llegando siempre a destino, el inconsciente.

Alejandra escribe en tono desafiante y extremo, en su amor “sin fondo», en su “amor loco” en versión surrealista como amor excesivo. Carta de Almor de Alejandra a Silvina: allí donde Pizarnik persigue a Silvina y esta es puesta en posición de objeto amado; siendo la carta de Almor a Silvina, la carta de Almor al inconsciente de la misma Alejandra. Allí bajo la forma de amor loco como modo en que la carta de amor se desvía y no va al inconsciente.

Notas:

(1) Nueva correspondencia Pizarnik constituye la segunda edición a cargo de Ivonne Bordelois, ensayista y poeta; y Cristina Piña, poeta crítica literaria profesora, en la cual han logrado reunir a 40 corresponsales entre escritores, amigos, periodistas, investigadores, poetas y a su familia a modo de recuperación de la voz de Alejandra y su discurso titubeante e iluminador a la vez. También incluye una carta a Cortázar desde su internación en el Hospital Pirovano

(2) En el marco de la reunión de la Antología sobre Alejandra ella le escribe una carta a Antonio Beyneto, su autor, remarcándole que ella había nacido en el año 1939

(3) Fragmentos destacados de las cartas de Alejandra a Silvina

(4) Lacan, Jacques:  El Seminario Libro XX Aún, Paidós

(5) Ibíd.: «Ideas directivas para un congreso sobre sexualidad femenina» en  Escritos 2, Siglo XXI Editores,2014

(6) Ibíd.: El Seminario, Libro 10 La Angustia, Paidós 2015

Bibliografía:

• Acuña Enrique: Resonancia y Silencio Psicoanálisis y otras poéticas, Edulp 2009.

Ibíd.:  Clase inédita del 18 de noviembre de 2017 Seminario Las escrituras del goce femenino                  -Psicoanálisis y Literatura- dictado en CABA

• Aristóteles: Acerca del Alma, Gredos 1983.

• Freud, S: “Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina», en Obras Completas, Editorial Losada, Tomo XVIII.

• Markale, J.: El amor cortés o la pareja infernal, El Baquero José J de Olañeta 2006.

• Lacan, Jacques: «Ideas directivas para un congreso sobre sexualidad femenina» en Escritos 2 Siglo XXI 2014.

Ibíd.: El Seminario, libro 4 .La relación de objeto, Paidós 2013.

Ibíd.: El Seminario, libro 20. Aún  Paidós 2015.

Ibíd.: El Seminario, libro 7 La Ética del Psicoanálisis, Paidós 2013.

• Nueva Correspondencia Pizarnik, Edición de Ivonne Bordelois y Cristina Piña, Alfaguara 2014.

• Pizarnik, Alejandra: Obras Completas Poesía y Prosa. El Corregidor 1998.

• Ocampo, Silvina: Antología Esencial, Emece 2001.

Ibíd.Adolfo Bioy Casares, Los que aman odian, Emecé 1989.

• Rosenfeld, Daniel: Cornelia frente al espejo, 2012.

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Analytica del Sur Número 1. Aparición en web: julio 2014.

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