¿Lacan le robó a Kojève?
Psiquiatra y psicoanalista. Es miembro de la Ècole de la Cause Freudienne y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, es doctor en psicoanálisis, en psicología y en filosofía, autor de numerosos libros y artículos de referencia. Ha publicado "Sexualités en travaux", con Jean-Claude Milner y Slavoj Zizek, "Introduction à l'objet a de Lacan", "Autisme, quelle place pour la psychanalyse?", "Lacan, de Wallon à Kojève", "La Perversion", "Le transfert, de Freud d Lacan" "Le malentendu des sexes", "Métaphores de l'amour", "Lacan con y sin Lévi-Strauss" (ediciones Grama),"Ce que Lacan doit à Lévi-Strauss" (2022) y coautor de un libro de entrevistas con Jean-Claude Milner y Fabian Fajnwaks, "Clartés de tout".
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Lacan ha sido acusado repetidamente de plagiar, incluso de «robar» a otros autores, pero nadie se ha atrevido a pensar que lo haya hecho en sentido literal. Sin embargo, este es el caso de Kojève. Lacan, por su parte, siempre se ha pronunciado en contra de la idea de propiedad intelectual, ya que el discurso es siempre el discurso del Otro, para ser fiel a sus palabras rectoras, pero nunca, que sepamos, ha admitido haber robado literalmente a nadie. ¿Por qué digo esto? Para comprender mejor una anécdota relativa a su relación con Alexandre Kojève, anécdota en 1990 por el libro de Auffret sobre Kojève. ¿De qué se trata? Esto es lo que veremos en las siguientes líneas.
Fotografía: Carolina Sanguinetti; @hornero.urbano
Esta es la información que se puede encontrar en el libro de Dominique Pirotte sobre Kojève: «Jacques Lacan se muestra, como siempre, más ambivalente [en su relación con Kojève]. La «risa sardónica» del único maestro que aceptó reconocer no impidió que un manuscrito inédito, titulado “Hegel y Freud. Essai d’une confrontation interprétative” fechado en 1936, desapareciera misteriosamente (…) El teórico de la «letra robada», que no podía olvidar que nadie podía pretender ser dueño de la Palabra, si ésta sólo existe como palabra de otro, no podía ser por definición un plagiario. Por lo tanto, es conveniente borrar las huellas que recuerden que sólo se es un Hijo, y no el propio Padre [i]. Pirotte añade esta aclaración en una nota a pie de página: «Esta anécdota un tanto «calumniosa» se basa en la información proporcionada por Dominique Auffret, en Alexandre Kojève, La philosophie, l’Etat, la fin de l’Histoire” (pág. 447) [ii]. De estas líneas citadas podemos deducir: 1) que Pirotte reconoce que la anécdota calumniosa proviene de Auffret, quien a su vez se alimenta de otra hipótesis no menos calumniosa de Elisabeth Roudinesco (lo veremos a continuación). 2) que Pirotte, al calificar la anécdota de calumniosa, sugiere calumniosamente que Lacan realmente robó el manuscrito de Kojève «Hegel y Freud. Essai d’une confrontation interprétative», fechado en 1936, manuscrito que «desapareció misteriosamente».
Si hemos de creer la afirmación de Auffret, la fuente de información de Pirotte, este manuscrito («Hegel y Freud: ensayo de una confrontación interpretativa»), «sólo existe en forma de una primera página programática en la colección de escritos inéditos que dejó el filósofo. La declaración de Auffret termina con esta otra información: «cabe preguntarse si la visita de Lacan a Vanves solo tenía por objeto «adquirir un ejemplar de la Fenomenología del Espíritu anotado por su mano», como sugeriría Elisabeth Roudinesco.
Reconstruyamos la cascada de informaciones que han alimentado estas hipótesis: 1) Elisabeth Roudinesco habría (utilizo un condicional prudente a propósito) hipotetizado que, a la muerte de Kojève, Lacan corrió a la casa de éste en Vanves (en las afueras de Paris) para «apoderarse» de un ejemplar alemán de la Fenomenología del Espíritu de Hegel anotado de puño y letra por Kojève. ¿De dónde sacó Roudinesco esta información? No lo sabemos. 2) A partir de esta suposición, que es coherente con el hecho de que el ensayo manuscrito de Kojève «Hegel y Freud. Essai d’une confrontation interprétative» ya no existe «salvo una primera página», y a la vista de lo que sabemos sobre el destino de este texto que Kojève debía escribir con Lacan para la revista Recherches Philosophiques, Auffret plantea la hipótesis de que no sólo Lacan quiso «apoderarse» del ejemplar de la Fenomenología del Espíritu, sino que también, en el mismo vuelo, hizo que el manuscrito en cuestión «se desvaneciera en el aire». Es más, el propio Pirotte, que reconoce el carácter calumnioso de la anécdota del robo, participa en ella, ya que añade: «El teórico de la ‘letra robada’, que no podía olvidar que nadie podía pretender ser el dueño de la Palabra, si ésta sólo existe como palabra de otro, no podía ser por definición un plagiario. Por lo tanto, es conveniente borrar las huellas que te recuerdan que sólo eres un Hijo, y no el propio Padre”. Así, Lacan, al robar el manuscrito de Kojève, pretendía borrar todo rastro de filiación con el franco-ruso.
Observo que estas cascadas de razonamiento provienen de dos informaciones frágiles: 1) Lacan quería un ejemplar de la Fenomenología del Espíritu (Roudinesco); 2) Se habría apropiado, no sabemos por qué medios, del manuscrito de Kojève «Hegel y Freud. Essai d’une confrontation interprétative», ya que sólo se conserva una página de este documento en la Biblioteca Nacional de Francia. Verifiquemos. Este último dato, aportado por Auffret en su libro sobre Kojève, es perfectamente inexacto: el manuscrito «Hegel et Freud. Essai d’une confrontation interprétative» existe en el «fonds des écrits inédits laissés par le philosophe», es decir, en el Fondo Alexandre Kojève, de la Biblioteca Nacional de Francia, legado por su compañera Nina Ivanov. Consta de quince páginas manuscritas, más una hoja de notas, texto que hemos publicado en nuestro libro Lacan, de Wallon à Kojève [iii].
Pero para ir más allá en esta pequeña investigación, pregunté a un testigo presencial lo que él mismo sabía sobre este caso. Se trata de la señora Nina Kousnetzoff, sucesora del filósofo, que estuvo presente durante la única visita de Lacan a Vanves, poco después de la muerte de Kojève. A la pregunta de si Lacan pudo haber robado algo de la casa del filósofo, tanto el famoso manuscrito como la edición alemana de la Fenomenología del Espíritu, he aquí la respuesta abreviada, que reproduzco a continuación:
«Estimado Juan Pablo Lucchelli,
Es un placer responder a su pregunta. Para ello, les remito al libro digital publicado por la Bibliothèque nationale de France (BNF): Hommage à Alexandre Kojève. Actas de la «Journée A. Kojève» del 28 de enero de 2003, editado por Florence de Lussy, 2007. Está disponible gratuitamente en el sitio web de la Bibliothèque nationale de France. Contiene el artículo La bibliothèque philosophique d’Alexandre Kojève (La biblioteca filosófica de Alexandre Kojève): Marco Filoni ha enumerado todos los libros de filosofía de la casa de Kojève en Vanves, tal y como los observó en la década de 2000, en vida de Nina Ivanoff, antes de que donara la biblioteca tras su muerte en 2003.
Verá que en esta lista aparecen dos ejemplares de Phänomenologie des Geistes, uno de ellos aparentemente muy anotado. Normalmente, toda la biblioteca filosófica de Kojève debería estar en la Reserva de Libros Raros de la BNF, dispuesta en el mismo orden que estaba en Vanves. Espero que este documento le ayude a encontrar este ejemplar. Si no, también tengo un inventario simplificado de esta biblioteca, elaborado por los bibliotecarios de la BNF cuando embalaban los libros en Vanves para el traslado, en 2004. Pero como me he mudado varias veces desde 2004, me llevará algún tiempo encontrar este documento…
Por otra parte, sé que Denyse Harrari sospechaba que Jacques Lacan hubiera robado ciertos documentos tras la muerte de Kojève. Sólo puedo atestiguar que estuve presente en Vanves, con mi tía Nina Ivanoff, durante la (única) visita de Lacan, unos días después de la muerte de Kojève. Y que nos quedamos allí mientras Lacan examinaba los papeles de Kojève. Así que me parece que habría sido difícil que se llevara un libro entero, ¡pero no lo palpamos antes de que se fuera!».
Con esta carta, así como con la inexactitud de la información señalada anteriormente, cierro mi investigación sobre el supuesto robo de Lacan. Pero sigue habiendo un misterio, dada la información dada por Nina Kousnetzoff: ¿qué buscaba Lacan cuando examinaba los «papeles de Kojève»? Mejor aún: ¿buscaba algo? ¿O quería encontrar algo? ¿Papeles de hace más de tres décadas? Si uno busca entre papeles, es porque busca las huellas del pasado, de lo que ya no es, como representa la imagen epinal de los descendientes leyendo la correspondencia amontonada en un viejo baúl dejado por sus antepasados en el desván. Lo que podemos decir es que si Lacan pidió revisar los papeles de Kojève sólo unos días después de su muerte, es necesariamente porque estaba buscando algo. Pero, entonces, ¿qué es precisamente?
Notas:
[i] Pirotte, D., Alexandre Kojève. Un système anthropologique, Paris, P.U.F., 2005, p. 21.
[ii] Ibid. [Pirotte fait référence à Auffret, D., Alexandre Kojève. La philosophie, l’Etat, la fin de l’Histoire, Paris, Grasset, 1990.]
[iii] Lucchelli, J.P., Lacan, de Wallon à Kojève, ed. Michèle, Paris, 2017.