La Plata: Lecturas del psicoanálisis: Lacan práctico
Psicoanalista. Miembro del Instituto Pragma- APLP. Miembro de la Red AAPP (Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas). Actual coordinadora de Consecuencias de la clínica, del Instituto Pragma. Autora de diversos artículos publicados en libros y revistas de psicoanálisis.
» E-mail al autor
La primera clase del Curso “Lecturas del psicoanálisis: Lacan práctico” del Instituto PRAGMA-APLP fue la ocasión para sortear el sopor veraniego platense, y la oportunidad para reunir a más de cuarenta personas alrededor de la noción de la práctica del psicoanálisis y su elaboración clínica en la enseñanza de Lacan. La presentación del curso fue realizada por Enrique Acuña, quien se refirió a la propuesta temática señalando cinco escansiones en la enseñanza de Lacan en relación al objeto en psicoanálisis.
La primera, “Lenguaje y palabra. Imaginario, simbólico y real”, nos introduce en el inicio de la enseñanza de Lacan y su retorno a Freud a partir de la elaboración de los tres registros y la hipótesis de la función de la palabra -creación y agujero- en el campo del lenguaje.
La segunda escansión, “La falta de objeto y la división del sujeto”, nos permitirá indagar acerca de a qué nos referimos cuando hablamos del objeto en la experiencia freudiana, en relación al sujeto y su división. Un tercer momento tocará un viraje en la enseñanza de Lacan a partir de “Angustia y Extimidad. Actualidad clínica”. Una cuarta escansión nos invitará a recorrer la noción de “El síntoma: entre cuatro conceptos y cuatro discursos”, con lo cual nos sumergiremos en un intento de formalización de la experiencia casi al modo de la ciencia, pero que no deja de hacer pensar en cierta parodia de la misma en tanto dicha formalización encierra un quinto elemento que se presenta como silencio pulsional. Por último, “El Padre que nombra: el ser hablante y el sinthome” nos llevará a dilucidar la última enseñanza de Lacan, no pensada como el acmé de su enseñanza, sino más bien como la manera de retomar el Nombre del Padre -presente ya al comienzo de su enseñanza- para introducir de otro modo la operación del significante sobre lo real.
Luego de la presentación, Leticia García expuso el primer tema planteado a partir de dos intervenciones de Lacan: la conferencia “Lo simbólico, lo imaginario y lo real” y “Función y campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis”. Situó entonces el retorno a Freud de Lacan valiéndose de las referencias a la lingüística estructural de Saussure y Jakobson, que le permitieron, conjuntamente con la elaboración de los tres registros, desandar la degradación en la que había caído la teoría y la praxis freudiana. El recorrido de los textos lacanianos y sus referencias permitió enmarcar la elaboración de la práctica a partir de la función de la palabra creadora, la palabra plena, que simboliza una verdad del sujeto que la porta, y que subvierte el sentido común del lenguaje. El lenguaje, tesoro de los significantes, es comparado con la moneda gastada de Mallarmé que nos pasamos de mano en mano en silencio, un pacto implícito en el que opera el Nombre del Padre –noción que Lacan debe a Lévi-Strauss y que genera un sentido común que no dice nada del sujeto. Frente a ese muro del lenguaje será la palabra plena la que lo agujerea generando nuevos efectos de significación y de sentido, como así también una primera versión del objeto que no puede ser dicho, un real que la palabra genera y a su vez se le escapa.
Tanto la docente como el comentador, se refirieron al mencionado “Lacan práctico”. La primera, al señalar al analista como quien permite, a partir del silencio, de la puntuación y el corte, la aparición de la palabra plena. Por su lado, Sebastián Ferrante tomó el caso del “Hombre de las ratas”, mostrando cómo las interpretaciones de Freud facilitan el relato del suplicio de las ratas, y abren a la transferencia generando un efecto de significación; lo que podría ser silencio en el sujeto es elevado a una intención de significación; se trata, en este momento de la enseñanza de Lacan, de desimaginarizar o de simbolizar lo imaginario.
Finalmente Enrique Acuña señaló, en el esquema central de la clase, la “conexión de la práctica con la clínica” al formalizar el pasaje I-S-R: del lenguaje como imaginario universal a la palabra como un simbólico particular y hasta un singular silencio que horada el vacío de lo real.
———————————————
Texto extraído de RING! –el despertar de cada Uno en Red- Boletín Virtual de la RED AAPP, Nº 2, febrero de 2016, https://issuu.com/aplp/docs/