El mejor regalo
Maestra rural. Lic. en Filosofía. Lic. en Psicología. Psicoanalista. Autora de seis libros de ensayo, utilizando las herramientas del psicoanálisis para el estudio del Paraguay. Los temas son: su bilingüismo; la dictadura; la democracia; el campo y la ciudad. Co-fundadora de APP Arandu (Aso. Psicoanalítica Paraguaya Arandú) orientada a crear ciudadanía a través de un Plan Curricular de tres años, de Teoría y clínica.
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El despertar de cada uno
A nuestro gusto, el legado inmejorable que Enrique Acuña nos dejara es la maravillosa ruta que él creó desde Bahía Blanca al Sur atravesando la Argentina por puntos estratégicos, hasta Iguazú en el Norte. Y lo elijo como tema porque si valoramos más el obsequio de Enrique, lo cuidaremos y lo perfeccionaremos. Entonces, hablando de nosotros, pretendo ponderar, pulir, mejorar cada vez más este regalo.
En primer lugar, como no es de extrañar, cada comunidad parlante tiene – justamente por el uso particular de la lengua en cada región humana – sus modos distintos de goce. Y este asunto lo tendremos que calendarizar para trabajarlo en los años venideros porque muchos desencuentros se sucedieron y se sucederán si no ponemos la lupa en ello. Una comunidad lingüística se auto/identifica por su lengua común y produce cohesión cultural en sus miembros que se aglutinan alrededor de un relato histórico que creen ocurrió en la realidad, aunque puede tener mucho de leyenda. Entonces, cada grupo lingüístico es único y habrá que tener en cuenta el corpus de sus signos, para poder acceder a su tipo de goce.
En nuestro caso del Paraguay, el guaraní fue la lengua base de esta región, lengua que encierra una religión inmanente (el cielo estaba en esta tierra), destruida en gran medida por los bombazos de los andaluces borrachines que nos colonizaron. Y si “la casa del Ser es la lengua”, en nosotros abrevan dos lenguas heteróclitas entre sí, porque cada una tiene una weltanshauung (visión de mundo) sumamente diferente, comenzando con que el guaraní es una experiencia religiosa. De modo que aunque empezamos con que somos vecinos, tenemos diferencias sumamente atendibles.
Paraguayos y argentinos, con sus diferencias históricas
Ustedes tuvieron una necesidad muy temprana de tallar la palabra oral y escrita para uncir al carro de la República inmensas provincias, amén de que a Buenos Aires su situación de puerto le posibilitó mejor acceso a las ideas revolucionarias provenientes de filósofos franceses de la Ilustración. Por eso perfeccionaron el verbo para unir su vasto territorio, amén de la ayuda de la filosofía gala. En comparación con Paraguay, grandes padres dirigían un país chiquito tal como se administra una estancia, mientras nosotros dormíamos la siesta. Si tomamos como ejemplo las exposiciones de “Trauma y sexuación”, ustedes tienen una disciplina de lectura y un amor hacia lo epistémico que hace que en vuestras charlas- aparte de algunos trabajos insoportables de “discurso universitario”- se deslicen con la elegancia del ballet del Colón. Y esta articulación de ciudades que fundó Enrique, encadenadas por la pasión de este discurso que fatigamos con tanta vehemencia, debemos aprovecharla para hacer ciudadanía si queremos honrarle a él y a nuestros países hermanos.
En tanto en Paraguay notamos una tendencia creativa muy interesante de utilizar las herramientas del psicoanálisis para hacer ciudadanía con ellas. Y como ejemplo pondremos solo a connacionales que conforman esta Red.
El colega fundador del grupo psicoanalítico Ágape, Genaro Riera tiene en su haber –aparte de libros publicados- la creación de un singularísimo estilo musical de guarania, nombrada “guarania de cuna”. Posibilitar en los niños pequeños un zócalo identitario nativo desde la cuna, es una intención brillante amén de crear belleza. Le acompaña en la letra de muchas melodías, nuestra poeta Maricruz Méndez Vall, de quien voy a comentar, tiene una letra Coreco–gua con resonancias del fort-da freudiano. Jugando, la mamá esconde su rostro al niñito diciéndole corecoooo y luego se la muestra otra vez con un guáaaa y así alternativamente. Es una manera de asegurar que “si me voy, regreso”.
Maricruz tiene varias publicaciones y elijo comentar brevemente un libro de su autoría. Memorias y desmemorias del exilio, donde relata la saga de su familia- dado que su padre, un inspiradísimo músico compositor-, fue además un luchador eximio contra la dictadura. El libro nombrado es una metáfora de la vida que vivimos bajo la tiranía de Stroessner pues aunque no fuimos exiliados, también nosotros vivimos desterrados de nuestros derechos y libertades.
Luego el colega Hugo Espínola Morel, presidente de Appa-Arandú, quien ha trabajado varios autores paraguayos y sobre todo al escritor Casaccia Bibolini. En este novelista, analizó en varios personajes de sus obras el efecto trágico que tuvo en mucho poblador rural su venida a la Ciudad, en una época -que todavía tiene muchos resabios- en que se prohibía el uso del avañe-é ( el idioma del indio) pues sólo estaba permitido el caraíñe-é (el idioma del amo). Hugo analiza el efecto traumático que ello producía, pues este sujeto de “tierra adentro” piensa en un idioma y se debe expresar en otro idioma, so pena de ser discriminado de la comunidad parlante que sólo habla la lengua del Amo.
La abogada e investigadora Melissa Duré, quien está publicando un libro sobre el establishment de mi país. El original texto parte de Baruch Spinoza, sigue a Etiénne de la Boétie; pasa por Hegel, luego por Nietzsche, Marx y se detiene en nuestra cotidianeidad sobre todo en el diálogo con una población – cómplice por indiferencia -, de los abusos de poder de los políticos.
El libro que elijo presentar de mi autoría, La hora de San Blas (patrono del Paraguay), lo hice con la intención de incidir sobre las políticas públicas de Educación y Salud, pues al usar como modelo programas de otros países, erramos de nuestro objetivo que es el ciudadano paraguayo. ¿Y quién es el paraguayo? No hay esencia, dicen los existencialistas y Machado “se hace camino al andar”, pero aun así, contamos con constelaciones idiomáticas que nos hacen claramente diferenciar a un “curepa” de un “paragua” (1). Y sabemos que la mejor radiografía de cierta comunidad parlante, es analizar cómo habla su gente. El libro abarca muchos temas- al punto que hago un análisis de nosotros y ustedes según nuestros modos de hablar -pero selecciono un hallazgo que hice y que me hizo acordar de Louis Althousser, quien habla de la “práctica teórica”. En efecto, al terminar de escribirlo, descubrí que no es el guaraní el que va a quedar sino el yopará. Toda lengua es una co-creación con su ambiente y allí donde había monte el aborigen dialogaba con la selva. Ahora la selva está derribada y en vez de ella hay campos de soja. Entonces la plática entre el humano y su ambiente es totalmente otra. Es así que tuve que releer y corregir todo el libro y dar un espacio a esta nueva modalidad paraguaya, de una mezcla de guaraní con castellano llamada yopará.(2)
Cómo leemos
Aprovecho para contarles que nosotros leemos a Freud por Freud mismo, en la traducción de López Ballesteros. Advertimos esto porque hay una tendencia muy extendida entre los lacanianos de leer a Freud desde Lacan. En primer lugar, es una pena que por política – o sea, estar bien con París- muchos lacanianos tengan una visión empobrecida del descubridor de la gramática del inconsciente. Y no es de extrañar que nos hayamos perdido mucha gente que ahora apunta a la neurociencia por nuestra culpa de hablar en sánscrito. En efecto, Freud es muy claro y emociona mucho. A nosotros nos orgasmea leer a Freud en la traducción de López Ballesteros, pues la traducción que ustedes manejan prevalentemente es la de Luis Etcheverry.
Nosotros usamos las adendas de tan serio y detallista traductor, como aparato de consulta. Pero su lectura es farragosa, porque de tanto respeto a Freud, lo traduce directo desde el alemán. Por eso me figuro que nosotros leemos mejor a Freud, porque lo hacemos por placer. Y ojalá en esto ustedes nos copien.
Para finalizar
Como grupo creado por Enrique Acuña, tenemos un deber inmenso como nunca. Leímos que Mark Suckerberg ha creado una programación llamada «Meta». Esta nueva metodología de comunicación, nos sumerge todavía más en la dimensión ficcional de la tecnología, alejándonos preocupantemente de nuestra base de carne y sangre. Ya Freud había anunciado que corrientes de migrantes dominarían Europa. Y ya vemos en nuestros consultorios, cómo hay chicos que cogen con sus amiguitos que viven en Bombay o en Liverpool, todo virtualmente, amén de otros que no tienen necesidad de un partenaire pues se miran y se excitan todo el tiempo consigo mismos. En-Appa-Arandú todo el tiempo hablamos del “ex –primer mundo”. En efecto, un primer mundo no tiene geografía, es una escala de valores. Y aquellos valores que hicieron grande Occidente, tales como el espíritu de sacrificio en pro de objetivos e ideales superiores, se fueron al carajo en pro de la inmediatez de la satisfacción, ¡ya!
Ahora se producen mercancías cada vez más perecibles y transitorias como para comprar, usar y tirar. Entonces, por un lado llenamos el mundo de plástico-“La Humanidad morirá por sus propios detritus”- decía Freud en “Más allá del Principio del Placer” y por otro lado, ante la insatisfacción por tener todas las mercancías a mano sin que éstas llenen nuestro vacío existencial, acudimos a los psiquiatras para que nos “empastillen”.
Y ahora con este nuevo invento de Suckerberg, que nos llevará hacia una plataforma cada vez más artificial, creo que la Red AAPP tiene como nunca que utilizar las herramientas del genial vienés, para acompañar el camino de la humanidad y retrasar lo más posible la caída irremediable de Occidente.
Notas:
(1) “curepas” y “paraguas”, son argentinos y paraguayos, respectivamente.
(2) Guaraní paraguayo. Es la lengua hablada en el país por las poblaciones tanto urbanas como rurales, diferente al guaraní hablado en las comunidades indígenas, por ejemplo, mbya-guaraní. (N. del E.)