Fri(x)iones -entre el psicoanálisis y la cultura Nº4 –
Psicoanalista. Miembro de la Asociación de Psicoanálisis de Misiones. Corresponsal de la revista Fri(x)iones en el Alto Paraná, provincia de Misiones.
Fri(x)iones –entre el psicoanálisis y la cultura- es lanzada en su 4° número como un objeto que señala la presencia del psicoanálisis en la cultura. Como dice en la Editorial Christian Gómez –director de esta publicación-: “la presencia hecha síntoma de un discurso que se mete en los huecos de la cultura en torno a los cuales se organizan las voces que habitan nuestra región”, y se mete precisamente con las cuestiones no resueltas. La preposición “entre” –el psicoanálisis y la cultura- da la idea de que toca, incide, va de uno al otro y a la vez recoge sus efectos.
En este número podemos leer, entonces, que el escrito de Enrique Acuña, asesor de la revista, titulado “Freud y el Dios del inconsciente –‘Compañeros en la incredulidad’”–, toca en la cultura lo que hace a la creencia religiosa y a la idea de Dios. Tomando a Freud dice que la religión es una creencia opuesta a un saber (del Inconsciente) que, para que eso aparezca, a la vez debe haber una creencia pero en el síntoma, en tanto se puede desprender el inconsciente como un saber. Enrique Acuña plantea que en el origen del totemismo hay una demanda de creencia, que es una demanda de sentido frente a lo insoportable del goce, dice textualmente “el goce como prohibido debe transformarse y adquirir un cierto sentido (goce-sentido) que la cultura organiza como una serie de valores, que implican a la comunidad de creyentes”. Ese sistema de creencias religiosas erige a Dios en lugar del Padre como instancia reguladora, donde lo que está en juego es una sustitución de la satisfacción pulsional. Por su parte el psicoanálisis apuesta a hacer surgir el sujeto del inconsciente que es el sujeto sin fe, que cree en el enigma de su síntoma y por lo tanto el autor ubica al inconsciente en el lugar de Dios, o más bien dice: Dios es Inconsciente.
Para que el psicoanálisis no se convierta en un objeto más de consumo en el mercado de saberes, debe estar presente en la cultura y tomar posición frente a la ciencia y a los discursos de la época, pero con un espíritu crítico para captar aquello que escapa a la pretendida totalización o universalización operada por los discursos dominantes sobre el sujeto, definido por Lacan como el ser hablante. Así, el psicoanálisis recurre a otras disciplinas para plantear justamente lo que hay de problemático en dicha relación.
En ese sentido se puede leer en el artículo de Fátima Alemán, “La función de lo escrito en Macedonio Fernández”, que el psicoanálisis más que identificarse a la literatura hace un uso de ella. Toma de Lacan, justamente, el acento puesto en la función del escrito en psicoanálisis oponiéndolo a la función poética en la literatura, en tanto el autor de la obra literaria no tiene la misma posición que el analizante en el uso que da a las palabras. En la obra literaria –dice- el trayecto va del autor al lector, lo que está en juego es lo que provoca en el lector, en tanto toca su fantasma, no el del autor; en el psicoanálisis en cambio se trata de la relación del sujeto con el Otro del inconsciente.
Por su parte, Héctor Jaquet, antropólogo e historiador, deja entrever otro punto problemático al abordar en su texto el lugar de la mujer y su participación en la construcción de la realidad social, al situar su exclusión de las investigaciones sociales, refiriéndose fundamentalmente a las teorías occidentales o eurocéntricas. Cuestión que él, aún no considera resuelta. Me interesó particularmente la expresión que utiliza para referirse a ello: “punto ciego”, metáfora fisiológica para decir que aquellas cosas que resultan conflictivas las excluimos o segregamos. Por otro lado, menciona estudios que recurren a fuentes indígenas donde encuentran una práctica (chachawarmi) en que hombres y mujeres aspiran a la igualdad y complementariedad, donde queda claro el papel de la mujer como punto de articulación entre la sociedad indígena y la blanca.
Los artículos de Julia Pernía y de Adriana Gómez van en la misma dirección al plantear el mito como una forma discursiva que se monta sobre lo no dicho, como una función simbólica cuya dificultad radica en que no dice todo, da cuenta de algo que no es simbolizable, que no es captado en esa estructura de lenguaje,y eso retorna.
También encontramos en otras secciones de la revista, que llevan por título Experiencias y Letra Chica, un análisis de los problemas clínicos y de los diagnósticos actuales, como es el caso del autismo. También se aborda la concepción del sujeto a la luz de los paradigmas de la época como la nueva ley de salud mental y las clasificaciones del DSM-V, atravesados por diferentes discursos, médico-psiquiátrico, jurídico, terapias cognitivo-conductuales que construyen una realidad en la cual el sujeto es confinado a un lugar donde pasa a ser un número más dentro de una masa o clase, despojado de lo que le es propio y singular, vale decir, su modo de goce.
Y hacia el final, nuevamente lo que se pesca como hilo que atraviesa los escritos de esta publicación, es el tratamiento de aquello que no marcha, donde los autores apelan a ciertos recursos literarios o estéticos para metaforizar sobre el vacío de lo que queda sin decir en la cultura, en nuestra región, Misiones y el Litoral, en particular.
A modo de conclusión, señalo que Fri(x)iones acentúa la presencia del psicoanálisis en la ciudad cultural, que se mete en sus resquicios y dialoga con otros discursos como se ve plasmado en los textos que forman parte de este número, tanto en las referencias como en sus autores, ampliándose cada vez más los alcances geográficos y simbólicos, dentro de la provincia, el país y la región. A la vez que pone en juego una política de grupo y transferencias de trabajo donde algunas publicaciones toman a otras como referencia (Revistas Conceptual, Analytica del Sur), dentro de una red junto a otros grupos que creemos que en el psicoanálisis la formación del analista y el análisis propio son la medida de su eficacia y no la ciencia con sus parámetros objetivos de medición y evaluación. Y en esa perspectiva subrayo la palabra porvenir, que está presente en la editorial y en otras líneas de estas páginas, del inconciente y del psicoanálisis, que depende de los efectos de recepción que se puedan localizar en un contexto y una época.
Entonces, que el psicoanálisis exista en una ciudad depende de los analistas mismos, esa es la apuesta que hacemos una vez más al instalar en la ciudad un objeto como éste, que utiliza el recurso de la palabra para señalar e interpretar el lugar del síntoma en la cultura y enseña a la par, que eso no es sin consecuencias.
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Presentación de la revista Fri(x)iones-entre el psicoanálisis y la cultura-, año 3, Nº 4 en el 1º Coloquio de PRAGMA -Instituto de Enseñanza e investigación en Psicoanálisis, XX Jornadas Anuales de la Asociación de Psicoanálisis de La Plata: “Inconsciente entre Ciencia y Religión”. En la misma mesa se presentaron las revistas: Conceptual-estudios de psicoanálisis- Nº 15, a cargo de Ana Gutiérrez; Al sesgo, a cargo de Osvaldo Gómez y Ofelia Martínez y Analytica del Sur -Psicoanálisis y crítica– a cargo de Daniela Gaviot. Comentarios: Verónica Ortíz. La Plata, 5 de diciembre de 2014.
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