“Somos parte de la naturaleza” –Conversación con el cacique guaraní Eliseo Sosa–
En tiempos de aislamiento obligatorio ante la Pandemia, el Cacique Eliseo Sosa desde la Comunidad guaraní de Jejy (Misiones) nos cuenta cómo la “crisis” tiene sus causas. Hay lo científico, lo humano y también la palabra curadora. Se trata del respeto por la naturaleza del cual “somos parte”. No somos dueños del monte -el pulmón del aire del mundo- sino que somos hablados por ella, nos dice con un lenguaje fundamental. La enfermedad viene cuando se pierde ese límite contra árboles, agua, animales… Ese saber que la costumbre Mbya-Guaraní enseña desde un tiempo milenario y en un espacio sagrado. Escuchamos aquí su voz.
Enrique Acuña
*Eliseo Sosa:–¡Hola! Aguyjevete.
Enrique Acuña: –¡Aguyjevete! Buenas tardes a la gente de Posadas y Argentina que escuche este mensaje del Mburuvicha Eliseo Sosa de la Comunidad Mbya-Guaraní TekoaJejy, El Soberbio, Misiones. Haría unas preguntas para que nos cuente algo que venía hablando con él. La primera es la necesidad de un mensaje al mundo. Cómo es que para los mbya-guaraní el KaàguyporáEté, (el monte sagrado verdadero) no es como para el Juruá -el blanco- un lugar para cortar los árboles, sino que el monte es el lugar sagrado de Ñande Ru (Dios Nuestro Padre). Ñande Ru hizo eso para todo el mundo pero son los Mbya los que defienden el monte, para que no se extermine. Si puede decirnos algo sobre qué es el ka’águyporáeté.
*Eliseo Sosa:–Buenas tardes, Aguyjevete, Che Iru (Bendiciones, mi amigo). Soy de la comunidad de Jejy, soy Eliseo Sosa, de Ruta 15 El Soberbio, Misiones. La verdad, quiero recalcar el pensamiento que tengo siempre dentro de mi cabeza y de mi corazón. Cuando tomo mate con mi señora estoy pensando… quisiera transmitir como Pueblo originario. Como Pueblos originarios, Ka’aguyporáEté, es la selva o monte sagrado. Pero ¿qué significaría para los guaraníes? Sagrado es que eso hizo Dios para nosotros.
Quiero transmitir a la autoridad provincial, nacional e internacional, que siento como Pueblo originario, un gran dolor por todos los ciudadanos argentinos y del mundo ante esta enfermedad, por esta crisis.
Nosotros queremos transmitir que desde hace años como pueblos originarios tenemos un sentimiento, que es cuidar el monte. Preservamos, respetamos árboles, no nos sentimos los dueños de la selva, de la tierra o del árbol, pero somos parte de la naturaleza. Nosotros siempre decimos a la autoridad que es necesaria la Reserva de la selva misionera, que nos defiende a todos de las cosas malas, es el pulmón de Argentina y de todo el mundo.
Tenemos que cuidar y respetar entre todos. Protegernos la salud, el agua, por la respiración sana y proteger de la maldad para todo el mundo, no sólo para los Pueblos originarios. Esto debería entender la autoridad provincial, nacional e internacional, diputados nacionales y provinciales. Juruá, decimos al blanco, a ustedes hermanos; que hace muchísimo tiempo no nos respetaban pero ganamos muchas causas contra la maldad. Entiendan que necesitamos cuidar entre todos, no sólo por nosotros sino por el agua, animalitos, aves… y todo lo que hay, todo lo que haya dado Dios a nosotros… que no lo creamos.
Quiero pedirle a todos: al gobierno nacional y provincial, no sólo en este país estamos nosotros los hermanos de los Pueblos originarios, en todos los países, traten de escuchar la voz de los pueblos originarios.
*Enrique Acuña: –Aeveté Mburuvicha Eliseo Sosa por su mensaje. Me gustaría que nos cuente, -como usted decía recién- que ante la enfermedad, la “crisis” que está viviendo el mundo por esta pandemia, es necesario entender que no somos dueños de la naturaleza sino parte de ella. Que el monte es el pulmón para cuidar, no sólo a los Pueblos originarios sino, también, a los hermanos, los blancos, el Juruá. Proteger la salud implica evitar la maldad y cuidar este pulmón de aire y de agua.
Su mirada como ciudadano argentino implica que es parte de esto que está pasando y por eso puede pedir a los gobiernos que escuchen su voz. También, exigir que se respete el monte. Entonces, segunda pregunta: ¿Cómo es la costumbre Mbyarekó, cómo es la religión mbya guaraní? ¿El necesario respeto que esa costumbre implica por cada animal, cada árbol o el agua, etc.? Es a partir de esa religión, de esa creencia en su Dios Ñande Ru que se puede pensar que el monte fue creado por él para ser respetado… ¿puede contarnos algo de esa costumbre?
*Eliseo Sosa: –Bueno, voy a hablar de la costumbre. Primeramente, esta religión nos dio Dios a nosotros. Todo puso Dios cuando nos creó a nosotros en el mundo, separando cada religión. Y a nosotros como pueblo originario nos ha dejado una. Es una costumbre y una forma de creencia. Nosotros como Pueblo originario sabemos cuidar el monte, sabemos cuidar árboles, cuidar a los animalitos, en qué época podemos o no cazar, también, hay algunos animalitos que son sagrados.
Todos tenemos conocimiento de la costumbre como mbya (reko) guaraní, pero si decimos algo los Juruá no van a coincidir siempre con nuestra costumbre; por eso si hablamos de nosotros, como Comunidad, para nuestra vida como mbya guaraní necesitamos la selva, para mantener nuestra costumbre y nuestra vivencia. Nosotros tenemos nuestro propio Nombre (sagrado), nuestra propia casita de madera con techo de caña. A la vez, tenemos un Templo, donde tenemos que ir cada a tanto rezar. También ahí hay un momento para escuchar el Nombre propio de nuestros hijos.
No solamente para esta comunidad, cuando vamos al templo al atardecer o amanecer, pedimos a Dios que, día a día nos acompañe, a nosotros y a la gente. A todos los que acompaña Dios, todos los días. Así creemos nosotros y tenemos nuestra religión.
Si no hay más selva termina nuestra vida. El Juruá –los blancos– nos traen muchas enfermedades para nosotros. Ahí no vamos a coincidir con la autoridad de los blancos. Yo tengo otra costumbre, por ahí tal vez las autoridades piensan que voy a estar contento con sus ayudas, pero esa ayuda no me cura de tantos años de enfermedad, que trajo mi hermano blanco.
Lo importante para nosotros es la selva. Ahora ya hay poca selva, no tenemos para pescar, poca medicina, poco alimento, poca fruta silvestre, poca miel. Esa es nuestra vida, hermano Juruá, hermano blanco, puedo decir con todo respecto que esa es nuestra vida, por eso necesito que escuche la voz de los mbya.
*Enrique Acuña: –Aevete Eliseo Sosa, aevete che Iru. Che aipotambaendekuaa… che aporandunde… ¿Mba’ejapokaraíkuera, Opyguakuera. Mba’ehaejapopo´á? ¿Ka’aguyporaeteemeè poa marangatu? Si puede contar que la selva dona el remedio para la enfermedad y que los Karaíkuera, los Opyguá (los sacerdotes chamanes) saben qué planta sirve para cada enfermedad. Ese es un recurso que tiene el pueblo originario que puede enseñar alguna vez al blanco. En el monte, ahí está la reserva que va a curar, también a la gente. Si puede hablar de eso, del Ka’aguyporaeté como remedio de la enfermedad.
*Eliseo Sosa: –Bueno, voy a hablar un poquito sobre la medicina. Como estuve hablando, en la selva ahí tenemos todos los remedios para la enfermedad, para las distintas enfermedades. En eso trabajan los Opyguá, como guía espiritual de la comunidad, pero él sabe a través de Dios. Cuando se necesita o cuando ve una enfermedad hace un yuyo (poà: remedio) y nos dice para qué enfermedad puede ser, él sabe a través de Dios. Por eso, también no hay comunicación con nosotros los más jóvenes, él no da enseñanza a nosotros fácilmente, mientras que no tiene determinada edad. El Opyguá trabaja por su gente, hace medicina, pero siempre a través del templo. Trabajamos juntos, con el Tatachiná (1) como es nuestra costumbre.(**)
Por eso no se puede decir… qué planta corresponde a tal enfermedad, porque nosotros tenemos que respetar al Opygua, que es el que toma decisión con ÑandeRu, con Dios. Por esto es que necesitamos la selva, porque del viento, de la tormenta, del granizo y la maldad nos protege. Y eso quiero decir sobre el Opyguá y la medicina, no puedo nombrar cuál enfermedad es curada por cuál planta, porque en eso trabaja el Opyguá con Dios.
Quiero decir, por último, a la autoridad provincial y municipal, creo que sabemos que hoy estamos pasando momentos difíciles. Estuve hablando con mi gente: nosotros somos, también, ciudadanos argentinos y deberían las autoridades, el ejército o la policía llegar y mirar las necesidades de las comunidades.
Hoy en día muy poco queda de selva, eso trae enfermedades y necesidades de alimento. La ley blanca con esa situación que vivimos hoy nos pone límites que debemos respetar, no podemos movernos y salir de la comunidad, por eso les pido (a las autoridades), que se acerquen a las comunidades, no sólo a la mía, sino a las distintas comunidades de la Provincia de Misiones, a través del estado municipal, provincial y nacional.
Eso es todo. Aguyjevete para todos los hermanos. A la autoridad le encargamos esta idea mía de cómo me siento como pueblo originario, no para criticar, sino para contar las necesidades. Con todo respeto. Gracias. ¡Aguyjevete!-
Notas:
(1)-Tatachiná: Neblina. Por analogía designa el ritual del “humo de la pipa sagrada”, usada por el chamán que trasmite la palabra-alma (ñe´éporá) en la curación del cuerpo enfermo. También usado en el ritual de conexión con los Dioses para saber los nombres propios que otorgan a cada sujeto su destino comunitario (Rerymbyaeté).-
(*)-Conversación telefónica con Eliseo Sosa de Enrique Acuña (desde Buenos Aires a Aldea Jejy), Reserva Biosfera Yaboti; Misiones); el 10 de abril 2020.-
(**) Ver fragmento del film-documental La Bruma- Tatachiná