Analyticas del Sur. Revista de psicoanlisis en la crtica cultural

Edición Nº 8 • Diciembre de 2018 •

sintomas
This page as PDF

Un ideólogo: Masotta en Barcelona.
Entrevista a Enric Sales Flors

-Entrevista a Enric Sales Flors* por Enrique Acuña y Fátima Alemán-

Día 5 de abril del 2018, Barcelona, en la semana del Congreso de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Mañana plácida para recorrer la muestra «La teoría como Acción» en el Museo de Arte Contemporáneo -MACBA-. Un placer esperado sería interpretar esa puesta con la valiosa mirada de un crítico catalán como Enric Sales Flors, previa cita en su casa cerca del Barrio Gótico para hablar de Oscar Masotta entre la cultura y el psicoanálisis. Aquí trascribimos nuestra conversación con un anfitrión no-analista; conocedor del clima de época que nos interesaba. Ahí mismo brotó la palabra «ideólogo» para caracterizar la claridad de acción y el pensamiento de Masotta.-

 

Gonzalo Elvira. El psiconálisis te ayudará. 2017.
Tinta sobre enciclopedia 26,5 x 48 x 6cm

 

ACUÑA: Gracias por recibirnos en su casa antes de encontrarnos con la muestra del MACBA. Comencemos por situar la época en que Oscar Masotta llega a Barcelona, allá por 1975, entonces Ud. ya era crítico literario. ¿Cómo se respiraba la cultura de esos tiempos?.

ENRIC SALES FLORS: En ese entonces era crítico literario. Luego, en una cena hablando de arte un director me dijo “oye y ¿por qué no hablas?”, y encontré que me gustaba más el arte que la literatura. El arte se ve en un instante, un libro de 800 páginas lo tienes que leer. El arte lo ves, es claro, puedes decir es una copia o no, luego puedes profundizar. Entonces era un momento donde se imponía en España la consigna “Todos contra Franco”. Franco estaba ya enfermo.

ACUÑA.: Bien, entonces “Todos contra Franco” era una consigna común, un ideal que unía grupos con demandas diferentes hacia una misma dirección…

ENRIC SALES FLORS: Sí, éramos muy pocos, 50. Hoy si queréis podemos ir a un restauran donde nos reuníamos entonces, que está al lado del Museo.

ALEMÁN: Ayer estuve en el museo Picasso, que supo ser un palacio -en la calle Moncada- y leí que Picasso no volvió a Barcelona por el franquismo, se quedó en París…

ENRIC SALES FLORS: Bueno, durante la guerra mundial, Picasso se apoyó en la República primero y luego en los comunistas, pero era el único movimiento que se oponía al fascismo en aquel momento. De todos modos, se quedó toda la guerra en Francia y no le pasó nada. Era famoso y rico. No nos vamos a engañar, comprabas al general de turno. Antes comprar un Picasso era peligroso porque era arte «degenerado» (risas)

ACUÑA: Así que la frase clave era “Todos contra Franco”, aunque eran cincuenta, muy pocos; pero parecían representar a una multitud.

ENRIC SALES FLORS: Bueno toda la gente estaba inquieta y de repente empezó a escucharse un : “esto es un asco, vamos a cambiarlo”.

ALEMÁN.: ¿Y la producción en el arte cómo funcionaba en esa época?

ENRIC SALES FLORS.: Franco siempre ha dejado el arte al margen porque tenía un delegado de arte que era inteligente, y por ejemplo si tu miras las grandes muestras internacionales de Venecia, por ejemplo, todos los grandes artistas de izquierda estuvieron, como el pintor Antoni Tapiès, el representante de la izquierda catalana. Tenían en claro que eso no le interesaba a nadie y fueron…

ACUÑA: Si, Masotta llega con esa red a Barcelona en el 75 y muere en el 79.

ENRIC SALES FLORS: Como todo tío que llega a una ciudad apunta a todo. Uno de los que lo apoyó fue un artista. No recuerdo el nombre y eso que nos vemos todos los veranos, porque veranea en Cadaqués, muy cerca de donde tengo mi casa…

ACUÑA: El grupo de Cadaqués. Salvador Dalí y Compañía, es decir que había un encantamiento del mundo a partir de las vanguardias que para la inserción de Masotta contaba.

ENRIC SALES FLORS: Bueno, tal vez como pasa en todas las tendencias, más o menos hemos triunfado, hemos vivido mejor, hemos sobrevivido algunos … también hubo un éxito. Y en el grupo de Masotta muchos murieron porque llegó el sida, como el caso de Alberto Cardín que era muy jugado e inteligente, publicó muchos libros, era uno de los de la Liberación Gay de Barcelona y los promovía.

En ese entonces se hablaba muy poco de los que estaban allá porque era peligroso, no sabías con quién estabas, te podías encontrar con policías. Recuerdo en la universidad, uno de los sitios a los que íbamos era la guardia de Franco, donde comía la policía secreta. Porque, así como te habían visto no sabían bien quién eras y si había que pegar una hostia se lo pegaban al de al lado. Nosotros no decíamos nada, sólo comíamos y nos íbamos. Teníamos 18 años y no teníamos respeto. Franco era ya muy viejo, estaba malo y ya no había mucho respeto. La marea se había abierto y nos llegaba información. Hasta el año 65 aquí no llegaba nada, después se empezó a viajar, se abrieron las fronteras, antes nadie salía, se hablaba mu poco porque la gente tenía miedo, incluso entre los argentinos.

ACUÑA: La delación política…(1)

ENRIC SALES FLORS: ¡Exacto! Delación, porque sabían que no les pasaría nada aquí entre comillas porque Franco no los podía echar. Pero sí estaba el temor que les pasase algo a la familia, a los que llegaban allí, por los hijos, los sobrinos. No tuve mucha amistad con los argentinos, pero lo sabias. Fui amigo de Juan Carlos Pérez Sánchez, un artista muy bueno, que hace mitad de las señales de Barcelona, las diseña él, que vive aquí desde el año 68 … En un momento dado se ha cambiado el nombre y ahora se llama América Sánchez.

ACUÑA: ¿Por qué ese cambio?

ENRIC SALES FLORS: Dijo que era en homenaje a su madre, eso nos lo dijo un día, no sé por qué lo cambiaría porque además tenía un nombre insólito, a veces cuando te cambias el nombre estás dejando algo, pero en su caso no es así, pues tenía prestigio como diseñador, es simpático, es divertido, quiere decir que tenía todas las cosas para triunfar y ha triunfado.

ALEMÁN: ¿Y qué pensás de Masotta como promotor de happenings y anti- happenings?

ENRIC SALES FLORS: Antes que él eso ya existía. Eso vino de Nueva York y lo trajimos nosotros aquí. Lo que empezó a hacerse, porque nos había llegado información de eso, hubo un libro sobre happenings que compramos y rápidamente te apuntabas a todo. Era un momento en el que estabas abierto a todo. Hubo un personaje que muere al final que era Jordi Benito que hizo cosas muy bestias, se sacaba sangre, se pegaba de hostias contra las paredes. Muy abierto a todo lo que venía de afuera y de Argentina también porque estaban viviendo lo que aquí habíamos vivido antes. Nos hizo más sensibles a esas cosas.

ALEMÁN: Oscar Masotta no se consideraba artista…

ENRIC SALES FLORS: No, pero se consideraba ideólogo. Entonces identificaba: happen, ¿qué es esto? Pues esto, esto y esto. Tenía ideas excesivamente claras o un ego importante, también tenía que abrirse camino en Barcelona porque aquí no lo conocía nadie, además ya tenían mala fama los psicoanalistas. Argentino, psicoanalista… (risas) Mala fama entre comillas.

ACUÑA: Creo que como amistades fue importante para Masotta haber conocido en Buenos Aires al filósofo catalán Eugenio Trías, quien tomó clases sobre Freud en su estadía en Argentina.

ENRIC SALES FLORS: Si, pero Trías nunca se metió con el psicoanálisis, en ese entonces estábamos abierto a todos, sabíamos muy poco y además teníamos un «complejo de analfabetos» porque no habíamos tenido acceso a los libros que todos habían tenido, ya que aquí no lo encontrabas. Aquí nos unía el hecho de haber conseguido un libro y nos lo pasábamos porque llegaban dos ejemplares y éramos 40, entonces los franceses te hablaban y te “abrías de piernas” como se dice popularmente. Había un personaje argentino que trabajó muy bien en Argentina, se me ha olvidado el nombre, que organizaba congresos y llevaba gente y traía exposiciones de Argentina. Estábamos abiertos a todo, teníamos sensación de provincianos…

Se le abría a todo el mundo que venía, y Masotta estuvo en ese campo, lo sé porque lo conocí. Y lo primero que dije cuando vi el anuncio de esta Muestra en el MACBA fue ¿a santos de qué recuperan a este personaje? No me parecía importante entonces, pero en el mundo del arte sí que se pontificó y daba cosas. En aquel momento, Guinovart que fue quien lo presentó, era un pintor de izquierda, comunista y era uno de los personajes respetados aquí.

ACUÑA: El pintor Guinovart era de izquierda entonces…

ENRIC SALES FLORS: Sí, era comunista en aquel momento, entonces todos eran para-comunistas porque los socialistas no existían. Había anarquistas y comunistas. Estos dos tenían fuerza en España y oposición al franquismo; el resto de los socialistas vivían en Toulouse. Luego tuvieron fuerza porque se apuntaron. Cuando llegó la democracia, mucha gente de derecha pero que no era franquista, se fueron a los socialistas que eran más light, pero no cambiaron grandes cosas. Esos reproches que se han hecho, en Cataluña, por ejemplo, esta posición ambigua “que sí, pero no, no pero sí”. De hecho, aquí ha habido como un corrimiento hacia la izquierda cuando era más la extrema derecha la que mandaba. Los socialistas eran una derecha centroizquierda o centroderecha más bien. Los comunistas tuvieron la mala pata que trajeron de gran jefe al que vivió la guerra civil y los hundió. Pensó que estábamos igual que en el 36 y no fue así pues habían cambiado: el país era rico, había pobres, pero era el 10%, no era el 40% como antes en la guerra, eso marca mucho.

ALEMÁN: Y en esa época por ejemplo entre Barcelona y Madrid…

ENRIC SALES FLORS: Estaba muy separado, no teníamos mucho contacto. No porque estaba muy lejos, Madrid estaba a diez o doce horas y era caro viajar. Si había conexión ideológica pero no había frecuencia: A veces venia alguien y todos lo recibíamos, lo invitábamos, lo llevábamos y lo traíamos, y cuando ibas allí pues lo mismo. Si tenían cierto nombre venían a dar una conferencia en El Ateneo, por ejemplo, una institución que con el franquismo fue muy liberal…

ALEMÁN: ¿Y sobre la historieta, por ejemplo, acá hubo un movimiento con respecto a eso?

ENRIC SALES FLORS: Si acá hubo, “El rollo enmascarado” no vino de Argentina, vino de Nueva York. Todo esto lo estoy resumiendo, todo llegaba con mucho retraso…

ALEMÁN: ¿Pero hubo artistas catalanes?

ENRIC SALES FLORS: Si, muchos. Incluso el famoso caso de Nazario … No sé si se acuerdan de un disco de Lou Reed que tenía una especie de travesti, eso fue una copia y hubo un juicio, pero al final no sé por qué se presentaron los abogados de Lou Reed que era muy importante y Nazario lo perdió…

ALEMÁN: ¿O sea lo ganó Lou Reed?

ENRIC SALES FLORS: Exacto. Pero ellos tuvieron mucha influencia, había un rollo, mucha gente. Entonces de repente nos abrimos a todo. ¿Qué es lo más extremo? Pues los travestis, los stripteases, una señora de la nada de repente empezó a desnudarse…

Hacia striptease tal cual, -no de performer- porque era como revolucionario. En el escenario tenía que salir al desnudo, porque estaba prohibido. También lo hicieron los americanos en no sé qué película …

ACUÑA: El destape español en la cultura pos franquista…

ENRIC SALES FLORS: Este ya vino con la democracia, pero aquí en Cataluña (en Madrid no se hacía) pues había una obra y de repente “bueno chicos ahí viene …”. Fue un momento de provocación. Luego la gente reculó y se agarró a la civilización, pero ese momento llegó. Nazario tiene cosas muy interesantes, era un reivindicador de la homosexualidad, el caso de Ocaña. Hubo una gran revolución sexual en aquel momento, y luego se hizo una revista que era El ajo blanco

ACUÑA: “El ajo blanco” si, que llegaba también a Buenos Aires…

ENRIC SALES FLORS: Esta llegó un poco después, pero los inicios fueron esos. O sea, cada uno inventó una cosa. Pepe Rivas tenían mucho dinero e invento “El ajo blanco” que ahora la ha vuelto a editar, pero no tiene mucho gancho.

ACUÑA: ¿Y Masotta? Los primeros textos que publica de psicoanálisis, lo publica en la revista Diwan, que la dirigía el antropólogo Cardín en un momento y que luego Masotta colabora -es expuesta en la muestra «La teoría como Acción»-

ENRIC SALES FLORS: La verdad no sé, pero supongo que por el psicoanálisis, el vino a Barcelona. Yo había estado en Londres un mes y había un artista que luego desapareció del mapa, que montó una gran exposición que con una frase “persa” o algo así como el popurrí donde la gente se mezclaba y estos quizás lo sacaron de allí o se lo inventaron o leyeron los primitivos textos persas o lo que fuera. En aquel momento no tenía dinero y lo compró Catálogo, porque aún no tenía el papeleo internacional y claro al crítico español no le hace ni caso…

ACUÑA: ¿Fue en ese momento que cambias de intereses?

ENRIC SALES FLORS: Ya me interesaba el arte, en Valencia cuando estaba estudiando, la mayoría del grupo valenciano estaba en pleno auge revolucionario. Allá había un crítico, que murió hace muchos años, que era comunista y había estado en Italia con todo el movimiento inicial y trajo. De repente toda la gente de mi edad, el equipo Crónica, el equipo Realidad, la Estampa popular, aquí surgió muy bien todo el arte de Estampa popular. El tema de discusión en un momento era que si bajaban el nivel artístico para que la gente lo entienda o se elevaba el nivel cultural. Las dos cosas eran imposibles. Entonces encontramos un término medio que era “divulgar el arte”, es decir, por ejemplo, aprovechar algo que ya existía como las revistas, aunque fueran de 22 ejemplares. Era un momento hostil…

ALEMÁN: Una tirada muy limitada…

ENRIC SALES FLORS: Sí, muy limitada porque oficialmente no se podía hacer, era muy difícil conseguir un permiso. Ajo blanco nació con la muerte de Franco…

Estudié en Valencia y en Barcelona. En Valencia conocí la crítica literaria durante el bachillerato. Ellos ya estaban haciendo Bellas Artes y lo mismo que aquí, éramos 22 gatos. Aquí éramos 100 y allí eran 22. Acá nos reuníamos en un bar, donde teníamos una mesa para nosotros, donde si no tenías dinero la dueña te decía “ya me pagaras mañana, no te preocupes” y si veía a alguien interesante lo colocaba en nuestra mesa. Había mucha gente liberal que apoyaba esto. Supongo que en Argentina pasaría lo mismo. Aquí afortunadamente en mi época eso ya había desaparecido, pero esto ocurrió entre el 65 y el 75. En el 77 se muere Franco, pero ya llevaba 4 o 5 años…

ALEMÁN: Pero ya Franco estaba en decadencia…

ENRIC SALES FLORS: Exacto, todo mundo ya sabía que moriría y eso daba cierta euforia. En Madrid, que la tenían más claro, llegó 10 años más tarde. Porque lo tenían allí y era todo un meollo…

ACUÑA: Y Masotta estuvo aquí desde el 75 al 79, pero antes estuvo unos meses en Londres.

ENRIC SALES FLORS: Si, nosotros en cuanto podíamos viajábamos a París o a Londres, nos gastábamos todo lo que teníamos en eso, porque había libertad sexual, empezaba todo el en Carnaby Street. En aquel momento además en Barcelona empezaban los fotógrafos de modelos de publicidad y las agencias de publicidad estaban aquí, entonces estaban las señoras mas guapas del mundo viviendo aquí. Las agencias de publicidad españolas estaban aquí …

ALEMÁN: ¿Entonces todo pasaba en Barcelona?

ENRIC SALES FLORS: Fue un momento que se reunió todo, acá estaba Tuset Street que era un sitio donde se reuníamos, se reunían los ricos, luego vino un señor que montó una discoteca super exquisita, con reflejo modernista. Era el extremo de la alta burguesía y además todos mezclados pues ibas a una fiesta y te encontrabas a 60 millones y 60 peludos y peludas, desastrados con pantalones rotos, que lo llevaban no como moda sino para no arreglarlos…

Era un cóctel, estaban los aristócratas, los artistas, todos querían un cambio. Un ambiente que fue muy bonito porque creíamos que podíamos cambiar el mundo, en el momento Barcelona y luego Madrid, luego no cambiamos nada … Bueno, pero lo cambiaron en Madrid, aquí (en Barcelona) no mandamos nunca, aún estamos intentando mandar. Lo que estamos viviendo ahora (el movimiento independentista) es lo que se intentó entonces y no supimos, tampoco creo que nos interesara.

ACUÑA: ¿Y a qué le llamaban entonces la Gauche Divine?

ENRIC SALES FLORS: La Gauche Divine eran señores ricos que hicieron cosas muy positivas, montaron editoriales, la Lumen era una señora rica, franquista. Lumen que luego fue Anagrama que era de Jorge Herralde, campeón de equitación de España. Otros montaban una galería de arte. Quiero decir, en teoría parece despectivo porque eran ricos, pero yo creo que fue positivo. Herralde era director.

ACUÑA: La divina izquierda tenía el dinero para ese hacer…

ENRIC SALES FLORS: Y porque se reunían en sitios que no te dejaban entrar si no llevabas corbata. Era como semi-club privados ingleses pero públicos, pero eso no podían hacerlo. Yo lo defiendo porque casi todos hicieron cosas, otros hacían cine, pues si tenían dinero y podían hacerlo, lo hacían y pagaban. Pérez Portabella pagó Viridiana de Buñuel, eran los dueños de Danone y además han hecho luego cine muy interesante. Quiero decir era gente que no venían a hacer nada porque también venían sus amigos, colegas de colegio, pero lo que se llamó Gauche Divine que se encontraba en Boccaccio, el dueño era el hermano de Rosa Regás, que fue uno de los sitios del momento porque era de izquierda.

ACUÑA: ¿Boccaccio era un punto de reunión de esas vanguardias?

ENRIC SALES FLORS: No, era un club nocturno, era un bar, tenia un restaurante arriba y abajo bailabas, y bueno pues él había viajado mucho, había visto Londres, Nueva York y se lo trajo aquí, contrató a tres jóvenes «monas» que bailaban en un podio y todos íbamos a bailar allí. Esto fue primero en España.

ALEMÁN: ¿Hay libros escritos sobre esta época?

ENRIC SALES FLORS: Pepe Rivas tiene uno que cuenta bastante de su vida y de esta época. No se ha escrito mucho. Hay un crítico que ha escrito sobre esa época, pero es mucho más joven y no cuenta referencias. Yo me dedicaba a la Crítica de arte y de eso estaba viviendo. Lo que tuve durante tres o cuatro años, fue un groupe de travail, un grupo de artistas, cineastas, que hacíamos cosas y lo llevábamos a los pueblos porque queríamos divulgarlo. También aquí, pero normalmente alguien del grupo tenía algún amigo y entonces montábamos una exposición que no se había hecho nunca en los pueblos. Ahora se ha montado un centro cultural pero antes no había. En Moncada no conocíamos a nadie si no lo hubiéramos hecho. Portabella estaba ahí metido y filmaba cosas, había tres o cuatro artistas, luego inmediatamente como pasa con todas las cosas culturales, se pelearon, se hizo groupe de no sé qué de, “porque aquí mando yo”.

ALEMÁN: ¿Y se podía publicar por ejemplo en periódicos de la época?

ENRIC SALES FLORS: Sí, se podía, pero no salía, porque uno de los críticos con cierta edad que era de izquierda, lo publicaba en la revista de Serra d’Or. En aquel momento la iglesia también estaba muy dividida. Pero había una izquierda que quería cambiar, que apoyaba a artistas y apoyaba a los obreros, y había curas obreristas que se iban a vivir a las chabolas para educarlos para enseñarles, aunque fuera higiene, porque no había nada de nada, ni si quiera cuarto de baño…

ACUÑA: Gracias a Germán García que había sido invitado por Masotta aquí, nosotros publicamos en la revista Conceptual una mesa redonda que se llamó “El psicoanálisis ante la pornografía” de 1977 (2). Ahí parecía que la cuestión era de múltiple saberes: Masotta debatía con Berenstein, Cardín, García, Federico Giménez… era frecuente la improvisación de ese tipo de mesas?

ENRIC SALES FLORS: Si era frecuente, yo tenía un libro y vamos a comentarlo, vamos a sacarle fruto a eso. Teníamos la forma inter-disciplinar que era muy importante.

ACUÑA: Entonces, no había una formalidad, la interdisciplina era la clave, hacer jugar a un médico, un artista plástico, un psicoanalista y de la mano de Guinovart que era un artista.

ENRIC SALES FLORS: Porque no había orgullo personal, queríamos aprender, “¿y cómo es Argentina?” “¿y usted cómo lo veis?” Éramos como niños con un juguete nuevo porque aquí era todo muy rígido. Yo estudie geografía e historia porque no había lingüística como especialidad, entonces afuera te contaban otras cosas y aquí te habían enseñado todo muy lineal, muy lógico, entonces decías “aquí me ocultan algo, ¿qué pasó?”. Entonces el artista no tenía referencias, hacia un arte muy figurativo, muy light, un post impresionista de buen gusto para tenerlo en el salón decorativo. No había revistas, si conseguías una revista ya la había tocado todo mundo. Había una cosa muy positiva que lo había dicho al principio que habíamos renunciado a Franco.

ACUÑA: «Todos contra Franco», exactamente.

ENRIC SALES FLORS: Esa frase me parece genial. Pero luego Manuel Vázquez Montalbán, que era un comunista agresivo y un gran escritor que hizo toda la serie de Pepe Carvahlo, decía “contra Franco vivíamos nosotros”.

ALEMÁN: Estaba el empuje del enemigo común, Franco.

ENRIC SALES FLORS: Estábamos tan contentos de estar contra Franco que no nos peleábamos, entonces venía alguien y todo te parecía nuevo, porque además durante muchos años no se hablaba de estas cosas excepto los cuatro politizados y que esos cuatro eran anarquistas o comunistas, los comunistas una rigidez de espanto y los anarquistas por pulir tópicos y parece que pensaban “déjate de puñetas”. Además, era un anarquismo falso, porque defendían la libertad sexual pero luego vivían con su mujer, más rígidos que los curas. Era una postura, si tenías que colaborar con él ya no había nada más y lo que si es que éramos toda gente en contra de Franco, pues los burgueses estaban hartos de represiones y algunos se fueron a vivir a Londres…

ALEMAN: ¿De dónde eres?

ENRIC SALES FLORS: Yo soy de Castellón a 60 kilómetros de Valencia, entonces la costumbre era estudiar en Valencia y luego me vine aquí a aprender porque aquello se me hizo pequeño.-

—————————–

*Entrevistado: Enric Sales Flors. Crítico literario y crítico de arte en Barcelona. Desde los años setenta organizó muestras y eventos internacionales. Autor de varios artículos en ese campo, publicados en diarios y revista especializadas.-

Link a la Exposición y sus reportajes disponible en: https://www.macba.cat/es/expo-oscar-masotta-la-teoria-como-accion

Notas:

 

(1)- En este sentido se trata de la delación como un significante privilegiado en el ensayo de O.M. «Roberto Arlt, yo mismo». Comentada en la conferencia de Enric Berenguer para esta ocasión: https://www.youtube.com/watch?time_continue=148&v=owZGV2o48ww

 

(2)- Publicado en Revista Conceptual Nº 3- octubre 2002.Ed. APLP. La Plata disponible en: http://www.aplp.org.ar/index.php/e-textos-10/287-el-psicoanalisis-ante-la-pornografia

 

© Analytica del Sur -psicoanálisis y crítica- es una publicación de la RED AAPP  -Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas-.

email: anaclaudia54@gmail.com

web: analyticadelsur.com.ar

Acuerdo editorial con Revista Conceptual -Estudios de Psicoanálisis- y Revista Fri(x)iones.

Analytica del Sur Número 1. Aparición en web: julio 2014.

Inscripción de derecho de autor Nº5231589

ISSN: 2362-504X


Las opiniones vertidas en los trabajos son de exclusiva responsabilidad de los autores.

Los artículos publicados en el presente número no pueden ser reproducidos en todo ni en partes, por ningún procedimiento sin el permiso de la Asociación y/o del Equipo Editorial de Analytica del Sur.

Dirección:

Ana Claudia Gutiérrez

 


Consejo editorial:

• Leticia García

• Verónica Ortiz

• Christian Gómez

• Fátima Alemán

Corresponsales:

• Daniela Gaviot; Bahía Blanca
• Alejandro Sosa Dias, CABA
• Ricardo Gandolfo; Tucumán
• Claudia Espínola; Posadas
• Fernando Kluge; Oberá
• Celeste Cuadrado; Resistencia
• Leonardo Vera; Mar del Plata
• Martín Gómez; Corrientes
• 
Esteban Pikiewicz; Esquel
• Ivana Chillemi; La Pampa
• Luis Martínez; Neuquén


• Juan Pablo Lucchelli; París
• Kati Álvarez; Quito
• Pablo Sauce; Salvador de Bahia
• Laura Rizzo; Roma
• Héctor García Frutos; Barcelona
• Mara Vacchetta Boggino; Asunción
• Iván Buenader; México DF