Leonardo Da Vinci: la invención del mecanismo
(1959-2021)
Fue Psicoanalista, Miembro A.P. de la escuela de la Orientación Lacaniana (E.O.L) y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (A.M.P). Director de Enseñanza de la Red A.A.P.P, del Instituto PRAGMA-APLP, Instituto Sigmund Freud, Biblioteca Freudiana de Bahía Blanca, Biblioteca de Oberá. Fundador y asesor de la Asociación Psicoanalítica Paraguaya Arandu. Fundador de las revistas: Conceptual, Fri(x)iones, Analytica del Sur (virtual). Autor de Resonancia y silencio y compilador de: Las paradojas del objeto en Psicoanálisis, Curarse del lenguaje, Locuras y psicosis y Vidas pulsionales.
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1519-2019: Leonardo Da Vinci nacía en 1452 en la Toscana (Vinci) y en brazos de su mecenas, el rey Francisco I de Francia, moriría un 2 de mayo de 1519. Pasaron cinco siglos para que los homenajes de este aniversario puedan empezar a mostrar lo soñado por el artista. La tecnología de la realidad virtual desciende ahora desde el Ideal del Hombre del Renacimiento, al masivo holograma en tercera dimensión de una ciencia ficción. Del arte a la ciencia. Y de la máquina al mecanismo. Operaciones necesarias para elevar el objeto a la dignidad de la cosa, la causa de Leonardo, después de un sinuoso ascensor sublimatorio. (1)
El Daimon de Leonardo, ese del trazo a lápiz -el dibujante, anatomista y biólogo también-; surgió luego como el hacedor ingeniero con su articulación mecánica. El pintor se hace ahí él mismo una máquina que no para de pensar inventos. ¿Surge una Ciencia superadora de la Magia y la Religión?.
En términos de Freud, en «Un recuerdo infantil de Leonardo de Vinci” (1910) se trata de separar los peldaños de esa elevación a partir de diferentes mecanismos psíquicos. Punto de partida lo inacabado: desde la sexualidad del autor que oscila entre la impotencia de cada trabajo, a lo imposible del amor. Leonardo, en una de sus imágenes religiosas («Santa Ana, La Virgen y el niño») plasmaría una biografía que atraviesa por tres «mecanismos»: luego de la represión del incesto, acontece una fijación oral, para que finalmente surja «la investigación sexual» que por el deseo de saber, permite una sublimación. Se trata de una serie de mecanismos psíquicos, sin otra máquina que lalengua, un sonido primero y un referente de la palabra. Freud ubica la dimensión sonora del significante «Mut» -el buitre, la diosa, la madre; etc…; para armar su hipótesis de la sublimación en Leonardo, procediendo a partir de premisas falsas para sin embargo llegar a una conclusión verdadera.
El recuerdo analizado es escrito en los Cuadernos por el autor: «Yo estaba acostado en mi cuna, llegó un milano junto a mí, me abrió los labios y deslizó varias veces en ellos sus plumas, como significando así que toda mi vida me ocuparía de alas»(...) Mi destino’. La profecía, acentúa Merejkovsky; se cumplió: «las alas humanas se convirtieron en el objetivo final de su existencia”. La novela se inicia con un Leonardo de los pájaros voladores que intentó realizar y que termina destruyendo hasta que reviven hoy en estas muestras del siglo XXI.
En 1956 Lacan cuestionará la lectura de la novela histórica sobre Leonardo de Dimitri Merezhkovski que hicieran los analistas de la I.P.A. Kris y Shapiro, y avanza: «También hoy terminaré con una pregunta -la de saber si acaso el proceso que llamamos sublimación (…) por la que el ser se olvida a sí mismo como objeto imaginario del otro.” Con influencia heiddegeriana Lacan señala este «olvido del ser» . Olvido del recuerdo que logra la obra de arte porque condensa en un otro imaginario al sí mismo. Se olvida porque surge la creación significante. “En efecto, para el ser hay una posibilidad fundamental de olvido en el yo imaginario”. El ser que se olvida se restituye en el otro ser, un ser que goza de otro modo. Y ahí está en la obra el estilo del objeto (a). Es en el lugar de la mirada en el cuadro, o la cola del buitre en la boca, o la sublime sonrisa enigmática de la Mona Lisa.
El cuadro evidencia esa transformación operada sobre lo real del trauma infantil venciendo al ojo esquiciado del espectador. Freud capta oculto ahí un pájaro en la boca del niño y el cuadro, trampa para cazar miradas; es también una solución para del artista. Pero aún resta en un futuro algo de misterio: un objeto velado en anamorfosis como la calavera de Holbein. Es un misterio indecible en la sonrisa de la Gioconda -no era él, ni era ella; en la comedia del falo. Leonardo, todo su ser se instala en un intervalo: entre la virgen y el niño; entre dos madres que lo des-identifican, no era el buitre sino un milano el que fijaba al niño a un goce oral. Misterio también en la escritura de los Codice, como el manuscrito Codice sul volo degli uccelli que no termina de develar por qué vuelan los pájaros según las leyes aerodinámicas. En fin, todo parece ser una escritura en espejo, a descubrir en el reverso de la mirada.
Y Lacan, ¿qué se deja enseñar por el artista que le lleva la delantera? En el «Envío» del Seminario 4, retoma en Leonardo una hipótesis sobre la proyección de la imagen en tanto inversión libidinal. Es en cierta inversión del sujeto en objeto, que permite un efecto de «doble». Para el pintor es en el cordero, en el niño , en el plano identificatorio entre una mujer y una madre. La sublimación pone en juego un «doble» del sujeto que logra hacer de un recuerdo infantil una obra de arte. El trabajo del inconsciente cicatriza así el trauma infantil vía una operación donde el sujeto se hace por inversión, un objeto sublimado en el cuadro. En ese recorrido por mecanismos de lenguaje que llega a una otra satisfacción de la pulsión.
«Leonardo, la máquina», podría titularse esa solución única que sirve para su vida pulsional: ese es su sinthome.
Luego, al no ser más que vacío lo que se esculpe, el objeto (a) se escapa volando como sus hombres-pájaros, libélulas como helicópteros, que objetivan otro destino para el sufrimiento que se transforma en «lo bello y lo sublime» (Kant). Se trata de lo sublime como un resultado, producto de un camino y método sustitutivo que se asemeja al deseo como una máquina. Así entonces las máquinas de Leonardo, ilustran en un pedestal ascendente no ya la inhibición sino el objeto (a), que vuela. Aún siendo inacabadas, realizan en lo simbólico e imaginario una pragmática del inconsciente. Ese saber hacer con un vacío cuando se lo bordea con el bien de la forma.-
Enrique Acuña (2019)
(*) Leonardo Da Vinci: (1452-1519) : Artista del Renacimiento que exploró campos variados como aerodinámica, hidráulica, escultura y hasta la poesía. Sus investigaciones científicas plasmadas en máquinas inéditas fueron casi negadas por sus contemporáneos. Su pintura fue de inmediato admirada como la del genio renacentista que baja los dioses a lo humano.
Ver obra pictórica y en especial «Santa Ana, la Virgen y el niño»; tratada por Freud para su hipótesis de la sublimación.
Disponible en: www.biografiasyvidas.com/monografia/leonardo/
Notas:
(1) – Muestra homenaje (Milán). Disponible en: www.leonardo3.net/it/museo-di-milano/
– Muestra workshop (New York) www.youtube.com/watch?time_continue=16&v=1WZFEEXgypY&feature=emb_logo